Una emoción placentera es la creencia, verdadera o falsa, en la resolución. Es decir, el control que se cree tener sobre una situación es la que determina que la emoción sea placentera o no. Caer en el espacio no guarda la creencia en el control del final por lo tanto la experiencia afectiva será de miedo y no será placentera, por otro lado, montar en un carrusel puede producirnos cierto mareo sin embargo tenemos cierto control sobre la resolución por lo tanto la experiencia afectiva será de placer y nos será grata.
Sobre esta teoría psicológica se apoya lo que se llamó en el arte la "estética de lo feo". No hace falta pintar idílicas escenas de sociedad y familia, ni bucólicos campos en primavera para provocar la emoción. Enumeremos los enanos de Velazquez, las pinturas negras de Goya, el movimiento del romanticismo, el arte naif, los ready-mades..y un larguisimo etcétera.
"miss" Conclusiones (o lady-storsión)
cada vez encuentro menos bella la belleza
EMPEZAR BIEN
escondía el whisky tras los libros
para que nunca lo vieran sus hijos
o alguno de los confundidos
que se follaba cada noche
y entre llantos desayunaba
un par de tragos y una raya
para empezar bien la mañana
y volar sobre las deudas
esta casa y los pañales
no se pagan con amor
tú no tienes la culpa
y es mejor que te vayas
no vuelvas-me decia-
tú no tienes la culpa
y no me debes nada
recogía la ropa sin mirarme
y me invitaba a no quedarme
y en tan sólo un instante
me asustaba perderla
esta casa y los pañales
no se pagan con amor
tú no tienes la culpa
y es mejor que te vayas
no vuelvas-me decía-
tú no tienes la culpa
y no me debes nada
escondía el whisky tras los libros
para que nunca lo vieran sus hijos
o alguno de los confundidos
que se follaba cada noche
y entre llantos desayunaba
un par de tragos y una raya
para empezar bien la mañana
y volar sobre las deudas
esta casa y los pañales
no se pagan con amor
tú no tienes la culpa
y es mejor que te vayas
no vuelvas-me decia-
tú no tienes la culpa
y no me debes nada
recogía la ropa sin mirarme
y me invitaba a no quedarme
y en tan sólo un instante
me asustaba perderla
esta casa y los pañales
no se pagan con amor
tú no tienes la culpa
y es mejor que te vayas
no vuelvas-me decía-
tú no tienes la culpa
y no me debes nada